Al ser el continente más grande del mundo, Asia es una tierra de contrastes extremos en todos los sentidos. Es la tierra prometida; una promesa del futuro de la economía global; una promesa de política global radical; una promesa de conservar tradiciones milenarias. La historia de Asia se remonta a miles de años, cuando la mayoría de las primeras civilizaciones, como Mesopotamia, el valle del Indo y el río Amarillo, se desarrollaron a lo largo de la región costera o en las fértiles orillas de los ríos. Desde entonces, el continente ha sido testigo de agitaciones clamorosas entre diversos grupos étnicos y razas, el nacimiento de nuevas religiones y conceptos espirituales, reformas sociales que cambian vidas y la apertura de caminos para que las tecnologías modernas cambien la forma en que viven los pueblos del continente hoy.
Físicamente, Asia está dividida en cinco regiones principales: una cadena montañosa, mesetas, llanuras, estepas y desiertos. Cada región impresiona con su diversa demografía, culturas exóticas y maravillas naturales. El clima muestra sus colores vivos en diferentes partes del continente. La parte norte de Asia, es decir, Siberia, es demasiado fría para visitarla durante el invierno, pero en verano la tierra queda libre de nieve y el cielo está más azul y despejado. La parte sur de Asia se disfruta mejor durante el invierno, cuando el clima es templado y agradable. El Medio Oriente es significativamente cálido durante todo el año.
Los países asiáticos también son culturalmente vibrantes y muestran tradiciones ancestrales en sus festivales. El Año Nuevo chino es una de esas fiestas que se celebra con mucho entusiasmo más allá de las fronteras. Uno de los festivales más celebrados es Holi, que se ha vuelto popular más allá de las fronteras de Asia. Además de las prácticas culturales, Asia está repleta de ciudades modernas como Singapur, Dubai y Shanghai, donde se pueden encontrar instalaciones de vanguardia, servicios cívicos y atracciones turísticas impresionantes.